Tom Wolfe: de  su estilo al periodismo.

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El creador de la nueva era del periodismo falleció. Con su partida nació un mito, una especie de reconocimiento por sus aportes y su historia que revolucionó a la forma de hacer periodismo.

Fue en la década del 60 cuando el humilde periodista de un diario de Virginia publico un libro que marcaria el rumbo del nuevo periodismo que se instalaba en la Sociedad de la época.

El libro que Tom Wolfe escribiría acerca de Kesey y su órbita,The Electric Kool-Aid Acid Test , de 1968, se transformó en el primer gran relato de la contracultura de los 60. También fue clave para redefinir el periodismo, gracias a un estilo rápido y desorbitado que metía a los lectores de lleno en la acción. “Ni siquiera el mundo hip de Nueva York”, escribió

Wolf es considerado por el periodismo mundial el padre del periodismo moderno.

Su historia de humilde servidor de la pluma a escritor  de las revistas más importantes de los EEUU tiene su explicación en un único factor revolucionario: su estilo poco convencional.

Wolfe se animo a romper con los estereotipos de escritura de la época  e innovo en una mezcla de información  certera y ficción literaria.

. Entre los muchos que se devoraron The Electric Kool-Aid Acid Test estaba el editor y director de Rolling Stone , Jann S. Wenner. “Yo había ido a algunos de esos Acid Tests, y me sorprendió lo verídico y bien informado que estaba el libro, y cómo había sido capaz de penetrar en ese mundo salvaje”, recuerda Wenner. En 1969, el joven y ambicioso editor abordó a Wolfe para preguntarle si tenía ganas de escribir para Rolling Stone .

La revista apenas tenía dos años; conseguir un escritor como Wolfe sería un gran golpe. Pero Wolfe resultó ser fan de Rolling Stone . “En una época en la que todo el mundo estaba diciendo que tenías que competir con la televisión y escribir corto”, recuerda Wolfe, “Jann te lo publicaba si lo que escribías estaba bueno”. Wenner y Wolfe empezaron a intercambiar cartas. “He estado disfrutando mucho Rolling Stone “, le escribió Wolfe a Wenner en un momento. “Estoy orgulloso de vos”, agregó. Fue el inicio de una relación de décadas con la revista y que llevaría la carrera y la obra de Wolfe a nuevos niveles.

La mayoría no sabía nada de Rolling Stone , excepto Scott Carpenter, ligeramente más hip, pero la obstinación y la genuina curiosidad de Wolfe le abrían puertas. “Es el mejor impulso que podés tener en el periodismo, preguntarle a la gente qué está pasando en una determinada situación”, dice Wolfe.